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DENUNCIAMOS LAS ATROCIDADES QUE ENFRENTAN LOS PROPIETARIOS.

Foto del escritor: AprovijAprovij

Actualizado: 4 nov 2024



Desde que iniciamos nuestro camino en APROVIJ, la Asociación de Propietarios de Viviendas contra la Inseguridad Jurídica, hemos recibido testimonios desgarradores de personas que simplemente buscan ejercer su derecho legítimo a la propiedad. Cada relato que recibimos es un recordatorio doloroso de las graves injusticias que se están permitiendo en nuestro país, un país que parece haber dado la espalda a los propietarios, dejándolos en una situación de desprotección y abandono.


Es verdaderamente indignante ver cómo, en lugar de proteger a quienes cumplen con sus obligaciones y ofrecen sus viviendas de buena fe, el sistema facilita, directa o indirectamente, que estas personas pierdan el control sobre sus propiedades. Testimonios de ocupaciones que se alargan por años, de inquiokupaciones donde los inquilinos dejan de pagar y se niegan a marcharse, de propietarios que deben seguir pagando hipotecas y gastos mientras su propia casa es ocupada sin ninguna repercusión para quienes la usurpan. Es una realidad que me pone el cuerpo malo, porque estamos hablando de atrocidades legales que no deberían existir.


Al leer estos relatos, uno tras otro, se vuelve evidente el daño humano y económico que esto representa, no solo para los propietarios afectados, sino para el mercado de la vivienda en general. Lo que más duele es que, en muchos de estos casos, las soluciones que deberían proteger a los propietarios simplemente no llegan, o llegan demasiado tarde, mientras los afectados ven cómo se les arrebata su tranquilidad y se vulnera su derecho a la propiedad.


Desde APROVIJ, alzamos la voz en nombre de cada propietario que ha compartido su historia con nosotros, en nombre de quienes han perdido la fe en un sistema que parece haberse vuelto en su contra. Nos comprometemos a luchar y a visibilizar cada una de estas injusticias, porque creemos firmemente que nadie debería vivir con el temor de perder su hogar o su inversión sin poder hacer nada para evitarlo.


Es hora de que estas historias indignantes dejen de ser la norma. Exigimos que se escuche la voz de los propietarios, que se valore el sacrificio de quienes luchan por su vivienda y que se restablezca la justicia en un sistema que, hasta ahora, nos ha dejado desprotegidos.



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